Me encanta jugar a a la petanca en la playa con mi hija, es un juego al que empecé a jugar cuando era muy pequeña. Somos seis hermanos y recuerdo que todos los veranos hacíamos campeonatos de petanca. También se puede jugar en el césped de un jardín o de la piscina o en cualquier superficie lisa.
Cómo he pensado que a lo mejor a muchos de vosotros os iba a resultar difícil conseguir las bolas para jugar he decidido hacer pelotas de malabares que, aunque no son exactamente iguales, nos pueden servir para pasar un buen rato.